martes, 19 de noviembre de 2013

#VolvioCFK (y con cambios en el gabinete)

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner retomó su actividad oficial en la residencia Olivos con una serie de encuentros y, a la vez, brindó un mensaje en el que agradeció "a todos los que se preocuparon" por su salud, y "en particular" a los que la ayudaron "en la enfermedad".





Jefe de Gabinete: Jorge Capitanich

LA TRAYECTORIA DE JORGE CAPITANICH

De regreso a la Jefatura



Chaqueño, de 48 años, gobernador de su provincia desde el 2007, Jorge Milton Capitanich tiene reputación de trabajador obsesivo. Es contador público, con posgrados en la Universidad de Belgrano y en la de San Andrés, y su mirada política va siempre con un pie puesto en lo económico. El nuevo jefe de Gabinete ya había ocupado el cargo en el 2002, durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde, del que fue también un ministro multifunción; tras la llegada al poder de Néstor Kirchner, adhirió al oficialismo y se convirtió en uno de los gobernadores más fieles al Gobierno.
El cambio de escenario, del Chaco a la Casa Rosada, le llega en momentos en que integra la lista de los posibles candidatos a presidente. Capitanich quedó así posicionado por las elecciones legislativas de octubre, en las que obtuvo el 60 por ciento de los votos. Hasta ahora, siempre que fue consultado sobre una candidatura en 2015 eludió dar una definición.
Capitanich es hijo de descendientes montenegrinos, de la vieja Yugoslavia, divorciado, padre de dos hijas. En su declaración jurada de bienes, publicada en su página web, dice tener un patrimonio cercano a los tres millones y medio de pesos.
Se inició en la función pública como secretario privado del gobernador Danilo Luis Baroni en 1987. Luego tuvo una serie de cargos vinculados con la gestión económica y social: en 1994 fue coordinador del Programa de Creación de Empleo Privado en la Secretaría de Asistencia para la Reforma Económica Provincial de la Nación. Un año después pasó a ser subsecretario de Coordinación Técnico-Administrativa de la Secretaría de Desarrollo Social de la Nación, y en 1998 fue subsecretario de Proyectos Sociales de la misma Secretaría de Desarrollo Social.
En 1999 ganó la interna peronista chaqueña y fue candidato a gobernador, pero perdió las elecciones generales frente al radical Angel Rozas. Tras la crisis del 2001 tuvo una función de multiministro de Infraestructura, Vivienda e Interior, Economía, Desarrollo y Medio Ambiente, Salud, Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos y Seguridad Social de la Nación. Ya había sido electo senador nacional, y después de su paso por la Jefatura de Gabinete de Duhalde, ocupó una banca en la Cámara alta.
Luego ganó la gobernación de su provincia, hace siete años, en una ajustada elección en la que derrotó a Rozas. En el 2011 fue reelecto con más del 66 por ciento de los votos.
La mudanza a la Capital abrirá un signo de interrogación en la gobernación, donde tenía mandato hasta 2015. Es que allí el gobernador ha mantenido una fuerte puja interna con su vice, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, una especie de Julio Cobos del Chaco. “Que Capitanich no se vaya de la provincia porque se queda sin gabinete”, advirtió el vicegobernador en mayo pasado, en uno de los frecuentes cruces con el mandatario provincial.


Ministro de Economía: Axel Kicillof

KICILLOF FUE NOMBRADO MINISTRO DE ECONOMIA EN LUGAR DE LORENZINO, QUE OCUPARA OTRA FUNCION

Salida heterodoxa para los desafíos económicos

La figura de Kicillof crece desde que arrancó como gerente financiero de Aerolíneas Argentinas, en 2009. El Gobierno apuesta a que su llegada desactive especulaciones cambiarias, puesto que, según él, las tensiones son coyunturales y no estructurales.


Axel Kicillof es el nuevo ministro de Economía. Desde mañana reemplazará a Hernán Lorenzino. Los cambios en la conducción de la política económica realizados por el Gobierno buscan relajar las desgastantes internas y permitir una mayor coordinación en el heterogéneo equipo económico. El diagnóstico con el que llega el nuevo titular de Hacienda es que la macroeconomía no exhibe problemas estructurales de corto plazo, pero existen presiones y expectativas exageradas impulsadas por las exportadoras de cereales y los productores primarios. En función de ello, no parece estar en los planes de arranque ni una devaluación brusca ni un desdoblamiento del mercado cambiario, como se mencionó en las últimas semanas. La designación del economista de 42 años representa una apuesta del Poder Ejecutivo para desarticular las presiones políticas y económicas que se expresan en el frente externo. Las ideas de Kicillof se sitúan en las antípodas del recetario económico tradicional e impulsan una activa intervención y regulación estatal.
El equipo de colaboradores más cercanos del flamante ministro de Economía continuará nutriéndose de los economistas heterodoxos que formaron parte del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda), como Emmanuel Agis, Mariana González y Javier Rodríguez, con quienes se reunirá hoy bien temprano en el Palacio de Hacienda. El armado de un nuevo equipo dio lugar anoche a especulaciones sobre algún otro reemplazo. Una de ellas fue si la llegada de Kicillof puede cambiar en algo las tareas o inclusive hasta el cargo que detenta el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Lo mismo corría con el titular de la Secretaría de Finanzas, Adrián Cosentino.
Kicillof comenzó a trabajar en la función pública como gerente del área económico-financiera de Aerolíneas Argentinas a partir de la nacionalización de la empresa, pero cobró un rol protagónico durante la puja entre el Gobierno y el Grupo Techint por la designación de los directores estatales en Siderar. A pesar de la resistencia de Paolo Rocca, el Gobierno nombró tres directivos en la compañía, entre ellos Kicillof. En 2011 fue designado secretario de Política Económica y quedó como viceministro de Economía, detrás de Lorenzino. Desde entonces y por pedido directo de CFK, el funcionario comenzó a ampliar su presencia en diferentes áreas como la política energética.
El año pasado el economista tuvo un papel central en el proceso de expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF. Kicillof encabezó el duro enfrentamiento con los directivos de Repsol. Sus iniciativas y visiones dentro del Gobierno no siempre tuvieron éxito, y la extensión de su área de influencia hacia otros sectores a través de sus colaboradores cercanos –Banco Central, Banco Nación, Casa de Moneda, Enarsa, Cammesa y Enargas, entre otros– causó malestar en diferentes estructuras de poder empresarial y estatal. El funcionario, reconocible por sus patillas y su ausencia de corbata, también participó de la reforma de la Carta Orgánica del BCRA y, más recientemente, de la creación de programa de créditos hipotecarios Pro.Cre.Ar.
El economista posee extensas y probadas credenciales académicas y docentes en la Universidad de Buenos Aires. Es doctor en Economía y obtuvo su licenciatura en la Universidad de Buenos Aires con un promedio de 8,24, el mejor de su camada. Se formó en los ’90 escapando a la formación ortodoxa a través de la lectura de los autores clásicos, desde Smith y Ricardo hasta Marx y Keynes. Sus dos libros, Fundamentos de la Teoría General. Las consecuencias teóricas de Lord Keynes y De Smith a Keynes: siete lecciones de Historia del Pensamiento Económico, se convirtieron en visita ineludible para los nuevos estudiantes de la carrera. En la universidad también tuvo una activa militancia a través de la agrupación TNT, que logró desplazar de la conducción del centro de estudiantes a Franja Morada, aunque la agrupación radical (re)ocupó con violencia ese espacio. Kicillof es un apasionado orador como docente y funcionario que suele extenderse en sus intervenciones más de lo previsto.
Desde el Gobierno entienden que el problema en el frente externo no es de solvencia, que no está gestando una tradicional crisis de balanza de pagos. A pesar del fuerte retroceso en las reservas (cayeron más de 11 mil millones), el stock de 32 mil millones se mantiene elevado en términos históricos y permite sostener el desendeudamiento que es uno de los pilares del proyecto macroeconómico abierto en 2003. El problema con los dólares es de liquidez y no de solvencia, dicen cerca del nuevo ministro. Las especulaciones de exportadores y productores demoran la liquidación de la cosecha a la espera de una mayor devaluación y así presionan sobre el mercado cambiario. Además, el escenario internacional de crisis y el sostenimiento del crecimiento argentino redundan en un menor superávit externo.
Desde esa perspectiva, el equipo de Kicillof entiende que no hay razones objetivas para un desdoblamiento cambiario que establezca un valor más alto de la divisa para turismo. Por eso, también se descarta una brusca devaluación. En el equipo económico advierten que, de todas formas, este año se registró una fuerte aceleración en la variación del tipo de cambio y acumula un alza de 25 por ciento. Un sendero que no será interrumpido en el corto plazo. La receta de largo plazo perseguida por el equipo económico, no sin tensiones y dificultades evidentes, sigue siendo la misma: avanzar con el proceso de industrialización a través de la sustitución de importaciones y mayores exportaciones en un escenario global en crisis.


Presidente del Banco Central: Juan Carlos Fábrega

FABREGA REEMPLAZA A MARCO DEL PONT EN LA AUTORIDAD MONETARIA

De la banca pública al Central

El nuevo presidente del Banco Central se desempeñó durante 46 años en el Banco Nación, adonde empezó como auxiliar y terminó como presidente. Es un autodidacta que se relacionó con Kirchner en los ’70. Postula la necesidad de orientar el crédito a la producción.

El actual presidente del Banco Nación, Juan Carlos Fábrega, fue designado al frente del Banco Central en reemplazo de Mercedes Marcó del Pont. Fábrega, un autodidacta sin pergaminos académicos y hombre de consulta de la Presidenta, es calificado por estos atributos como el José Ber Gelbard (ministro de Economía de Juan Domingo Perón) del kirchnerismo. Fábrega ya había sucedido a Marcó del Pont cuando la funcionaria le cedió en 2010 la presidencia del Nación, entidad en la que el mendocino trabajó durante más de 46 años. Se convirtió entonces en el primer empleado de la institución que se convirtió en presidente. Ingresó al Nación como auxiliar de la sucursal de Río Gallegos, en donde entabló una amistad con el ex presidente Néstor Kirchner. Respetado por otros banqueros del país, es un férreo defensor de la función del Central de redireccionar el crédito a la actividad productiva y del rol de la banca pública como testigo del resto del sistema financiero. El pliego con su designación deberá ser tratado por el Congreso.
Nació el 10 de enero de 1949 en la ciudad de Mendoza. También vivió en la ciudad de Tupungato, en donde se casó y tuvo tres hijos, quienes actualmente residen en aquella provincia. Durante su adolescencia fue a vivir a Río Gallegos, obligado por un traslado inesperado de su padre, un militar de carrera. En febrero de 1969, con sólo 18 años, obtuvo su primer empleo, como auxiliar en el Nación. Cuando en 1972 debió volver a Mendoza para hacer el servicio militar, ya había entablado una relación personal con el ex presidente Kirchner durante su militancia en el peronismo. Fue entonces que comenzó a trabajar en la sucursal Maipú. A la sucursal de Río Gallegos volvería recién bajo la gobernación de Kirchner. Desempeñó distintos cargos dentro del banco en Tierra del Fuego, en Santiago de Chile y en Montevideo.
Cuando Kirchner llegó a la presidencia en 2003, Fábrega se convirtió en gerente general del Nación a nivel nacional. Su perfil técnico lo llevaría luego a estar a cargo del manejo operativo del banco en todo el país. También preside Abappra (Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina). Hasta 2003 había liderado distintas áreas del banco: Nación Factoring en 2003, subgerente general principal de Negocios en 2001, subgerente general comercial en 2000, subgerente general de Banca Minorista y Marketing en 1997 y gerente comercial Nación AFJP en 1994. “Que el gobierno nacional decida darle esta responsabilidad a un obrero y no a un funcionario político es una señal muy interesante, es todo un dato”, destacaba Fábrega al ser nombrado en 2010 al frente del Banco Nación.
Por su carácter de autodidacta y alejado de los debates académicos –el funcionario sólo completó estudios primarios–, en el Gobierno lo igualan a Gelbard. Fue incluso mencionado para ocupar el puesto de ministro de Economía del gabinete de Cristina. Es un hombre de consulta de la Presidenta, a quien ratificó en varias oportunidades que no conviene enfriar la actividad económica. Es cercano al vicepresidente Amado Boudou, quien apuntaló su candidatura al frente del BCRA. Fábrega tomará la conducción de la autoridad monetaria en momentos en que existe un fuerte debate respecto de la caída en el nivel de reservas, que en el año acumulan una pérdida de más de 10 mil millones de dólares, hasta los 32.264 millones actuales.
Se manifestó siempre a favor de contar con un Banco Central que asuma el rol de redireccionar el crédito privado. Detalló en varias oportunidades que debía utilizarse el mecanismo de encajes –inmovilización de parte de los depósitos privados como reaseguro del sistema– como un método de premios y castigos para que los bancos conduzcan su flujo de fondos a la actividad productiva. Defendió a rajatabla el rol del Nación como regulador y testigo del sistema financiero en lo que se refiere a tasas de interés y montos prestados. “Prestarle al sector productivo contribuye al crecimiento económico y, también, es rentable”, es la frase que reitera al mostrar los números del BNA.


Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca: Carlos Casamiquela

CARLOS CASAMIQUELA, NUEVO TITULAR DE AGRICULTURA

Técnico del INTA al ministerio

El hasta hoy titular del INTA pasará a ser el nuevo ministro de Agricultura, en reemplazo de Norberto Yauhar. Casamiquela trabaja en el INTA desde 1974 y fue uno de los impulsores del Plan Estratégico Agroalimentario 2020.


El ingeniero agrónomo Carlos Casamiquela será, a partir del miércoles, el nuevo ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Hasta el momento ocupaba la presidencia del INTA, entidad a la que ingresó en 1974, luego de graduarse en la Universidad de La Plata. Sus primeros pasos fueron en la Estación Experimental Agropecuaria Alto Valle del Río Negro, de la cual fue director entre 1984 y 1990. Si bien su perfil es “técnico”, supo imprimirle al INTA una mirada más global, política, sobre el sector y no tan apegada a las cuestiones “métricas”. Durante su gestión en el organismo se ocupó de las economías regionales, de la agregación de valor en origen y de la innovación en los procesos tecnológicos para el sector. Casamiquela fue uno de los impulsores del Plan Estratégico Agroalimentario 2020, cuya aplicación se había frenado durante la gestión de Norberto Yauhar, el ministro saliente. El inicio de su nuevo cargo ya lo tendrá enfrentado con la Federación Agraria, línea Eduardo Buzzi, quien lo acusó de “politizar el instituto”.
“El tema de la comercialización es central no sólo para la economía pampeana, sino para todos los sectores del campo, sobre todo las economías regionales. Todos los proyectos de desarrollo productivo de volumen terminan con alguna crisis en el sistema de comercialización. Generalmente, los productores no logran ser partícipes de una cadena más integrada y se pierden de captar renta a partir de la generación de valor agregado. Por eso queremos impulsar la generación de valor en las diferentes producciones.” Durante un reportaje del suplemento Cash, publicado el 27 de noviembre de 2011, Casamiquela esbozó sus conceptos sobre cómo debería mejorarse el sistema de comercialización de granos para favorecer a los pequeños y medianos productores.
“El nombramiento abre grandes expectativas. Es alguien que entiende las problemáticas de los pequeños productores, el concepto de industrialización de la ruralidad. Ha dado una dura batalla para que el INTA tenga una visión más política sobre las necesidades del sector agropecuario”, afirmó a este diario Pedro Peretti, dirigente de la Federación Agraria (Grito de Alcorta).
Durante la década del ’90 Casamiquela fue director del Centro regional Patagonia Norte con sede en Neuquén. Y entre septiembre de 2003 y octubre de 2009 fue vicepresidente del Senasa. Tras el conflicto por la resolución 125, llegó a la presidencia del INTA. Sobre aquel conflicto con las cuatro entidades del sector nucleadas en la Mesa de Enlace, el funcionario sostuvo durante un reportaje con este diario que “hubiera sido inteligente adoptar el modelo que planteaba la resolución 125”. Esto es, la segmentación de los derechos de exportación, aunque reconocía la complejidad política de aquella época.
Para el flamante ministro, uno de los aspectos que permitió desarticular el discurso y el accionar de la Mesa de Enlace fue el trabajo realizado en la elaboración del PEA 2020, iniciado durante la gestión de Julián Domínguez como ministro. “En el PEA se trabajó con techos productivos, queremos incrementar la producción en un 60 por ciento en los próximos diez años y crecer en trigo, sorgo, maíz, en detrimento de la soja. La oleaginosa representará la mitad de las toneladas cosechadas pero en proporción crecerán más los otros cultivos. Apostamos a generar un proceso más sustentable, con la rotación constante de los cultivos, un mejor manejo de los suelos”, había dicho Casamiquela al suplemento Cash.
El saliente ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, había desactivado el trabajo realizado en el PEA, que incluso contó con el apoyo de varios sector de la FAA. Yauhar fue llamado ayer por la tarde por Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica, quien le comunicó su desplazamiento.


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