jueves, 29 de diciembre de 2011

Décimo aniversario de la masacre de Floresta

Hoy se cumplen 10 años del asesinato de Maximiliano Tasca, Cristian Gómez y Adrián Matassa. Los pibes de Floresta fueron muertos de manera absurda y bestial por la mano de la intolerancia, por el disparo del ex policía Juan De Dios Velaztiqui quien intentó armar una escena de robo para ocultar su responsabilidad. Afortunadamente el pueblo de Floresta y la Justicia se lo impidieron. Velaztiqui está preso y condenado a prisión perpetua.

La madrugada del 29 de diciembre el barrio de Floresta fue testigo de uno de los hechos más aberrantes que haya conocido su historia. Maxi, Cristian y Adrián eran fusilados en la esquina de Gaona y Bahía Blanca por el sargento retirado que cumplía funciones para la Comisaría 43, Juan de Dios Velaztiqui quien contaba con graves antecedentes represivos durante la última dictadura militar. Los “chicos de floresta”, reunidos en un maxiquiosco, comentaban los hechos que transmitía la televisión durante el cacerolazo convocado para ese viernes, la respuesta brutal fue la masacre y la posterior simulación de un suceso delictivo armado por el asesino, quien no dudó en transformar el escenario del crimen para su beneficio.

La valentía de los testigos; la indignación, la bronca y el pedido de justicia de los familiares y vecinos se hicieron sentir sábado tras sábado en las multitudinarias marchas que recorrían las calles del barrio hasta lograr la condena para el asesino, reclusión perpetua. En los días previos, el estallido popular del 19 y 20 de diciembre que se extendió por todo el país también había tenido un saldo trágico, cerca de 40 muertes, en su mayoría jóvenes y muchos de ellos menores de 18 años.

En el barrio de Floresta, la tragedia fue resignificada día a día desde la organización genuina de vecinos y familiares. La construcción activa de la memoria se expresó, entre otras acciones, en la convocatoria a artistas desde el concurso “Crear para Resistir”, organizado por la asamblea del barrio y familiares, para dar testimonio permanente a través del emplazamiento de una obra escultórica que recordara a las víctimas y a la movilización popular en el contexto de los sucesos de diciembre del 2001.

Velaztiqui fue condenado el 10 de marzo de 2003 por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº13 a la pena de prisión perpetua por los tres asesinatos. En el juicio, que duró seis días, su defensa no puso en duda los hechos, sólo intentó plantear que el policía disparó por estar bajo un estado de shock emocional profundo, pero no pudo revertir la sentencia por “homicidio calificado por alevosía, reiterado en tres oportunidades”



MEMORIA

Hoy se realizará un evento musical para recordar a los jóvenes asesinados El mismo se desarrollará bajo el lema “cambiaremos el mal recuerdo del sonido de las balas por música” y contará con la presentación de murgas, grupos de danzas, y bandas musicales.
El festival comenzará a las 18 hs en la esquina de Gaona y Bahía Blanca, esquina donde se encuentra el bar en el que fueron asesinados los tres jóvenes.




RECORDATORIOS


Placa recordatoria (foto) en Gaona y Bahía Blanca. Además, en la esquina de Gaona y Gualeguaychú se emplaza la obra “Los Chicos de Floresta, sucesos 2001".



La banda uruguaya "No te va gustar" compuso un tema inspirado en estos sucecos. El tema se titula "El Oficial" y forma parte del disco "Todo es tan inflamable" (VER VIDEO)



REFLEXIÓN

La razón de traer al recuerdo este hecho, entre tantos otros, que (lamentablemte) con fecuencia nos muestran los medios de información no tiene más intención que la de reflexionar sobre la intolerancia, que es motivo de muchos actos de violencia. Cierto es que esta fue, como toda masacre, un hecho extremo. La intorelancia y el fascismo, como excusas para acabar con otras vidas. Un accionar imbécil, aberrante, para imponer una posición o pensamiento por sobre otros.
Alguna vez, hemos tratado con intolerancia o hemos recibimos sus efectos, al no respetar un punto de vista diferente al propio (por ideología, fanatismo, fundamentalismo, etc) o por la perseverancia en la propia opinión. La ausencia de tolerancia tiene por consecuencia la discriminación (en el caso relatado, llegando a la agresión). Por eso, es que deberíamos erradicar la intolerancia, con el fin de llevar adelante una sociedad donde coexistan diferentes puntos de vista (sin resignar la propia identidad) y en el marco del respeto.

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