El 3 de enero de 1833, los británicos tomaron por la fuerza Puerto Soledad y al año siguiente ocuparon el resto del archipiélago. Desde entonces, las islas han estado bajo dominio británico, Argentina ha venido reivindicando de manera permanente su justo reclamo a nivel bilateral y en los foros internacionales competentes, entre ellos las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos.
La paradoja de nuestro tiempo
Por Héctor Timerman / Ministro de Relaciones Exteriores
Hoy, 3 de enero, se cumple el 179º aniversario de la ocupación por la armada de guerra británica, y mediante el uso de la fuerza, de nuestras Islas Malvinas. Desde entonces, y mientras estén en manos de la potencia extranjera, la cuestión Malvinas es la cuestión del colonialismo.
Desde los primeros gobiernos patrios, nuestro país continuó el ejercicio de soberanía española con ocupación efectiva del territorio y numerosos actos jurídicos y políticos aceptados pacíficamente por Gran Bretaña, incluso cuando reconoció la independencia de la República Argentina en 1825.
El despojo por la fuerza y el traslado compulsivo de las autoridades y población argentina de las islas al continente se hizo sin mediar anuncio ni aviso previo por parte del gobierno británico, un gobierno amigo con el que manteníamos relaciones normales y pacíficas y cuya capital se encuentra a 14 mil kilómetros de las Malvinas.
Numerosos documentos demuestran que la Argentina rechazó inmediatamente el acto de fuerza y desde entonces no hemos dejado de reclamar la restitución de esa parte del territorio nacional a Gran Bretaña y en todos los ámbitos bilaterales y multilaterales en los que participa nuestro país.
La Organización de las Naciones Unidas, creada en 1945 e inspirada en el deseo de toda la humanidad de que los horrores del nazismo y el fascismo no se repitan nunca más, tenía y tiene como uno de sus principales objetivos terminar con el lastre del colonialismo. Hemos recorrido un largo camino y hoy sólo quedan 16 territorios no autónomos, entre ellos las Islas Malvinas, que son el centro de los esfuerzos del Comité Especial de Descolonización.
La cuestión Malvinas no es un caso aislado, ya que 10 de esos 16 territorios están bajo el dominio colonial de Gran Bretaña. La cuestión Malvinas es un caso especial de usurpación de la soberanía que mutiló la integridad territorial de la Argentina. Actitudes unilaterales como la de Gran Bretaña deslegitimizan el importante rol de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y reducen su capacidad de evitar conflictos entre los Estados que buscan en las Naciones Unidas la supremacía del derecho internacional.
Como ha ocurrido con otras potencias coloniales, Gran Bretaña –con su silencio y su poderío militar– continúa despreciando las resoluciones 1514 de 1960, 2065 de 1965 y nueve más que le siguieron de la ONU, que instan a la Argentina y a Gran Bretaña a negociar la disputa de soberanía. Incluso, luego del conflicto de 1982, las Naciones Unidas reclamaron a ambos países que reanuden negociaciones por la soberanía del territorio en disputa tal como venía haciéndolo desde 1965.
¿Cómo puede Gran Bretaña explicar su renuencia al elemental gesto de sentarse a negociar para resolver una situación colonial reconocida por todos?
La ocupación ilegítima de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marítimos circundantes no se limita a la mera posesión territorial, y se traduce en numerosos actos y actividades ilegales que van desde la explotación y exploración de recursos naturales renovables y no renovables hasta ejercicios militares que incluyen disparos de misiles desde las Malvinas.
¿Cómo puede explicar Gran Bretaña actividades militares en una zona evidentemente pacífica y sin riesgo alguno de conflicto armado? ¿Cuáles serían las razones que invocaría Gran Bretaña, miembro permanente del Consejo de Seguridad, en una sesión de ese órgano encargado de velar por la paz y la seguridad internacionales?
La Argentina de la democracia ha elegido el camino del diálogo, la negociación y el respeto por el derecho internacional, y así cumplir con el mandato constitucional y poner fin al colonialismo en el Atlántico sur. Y, por supuesto, seguiremos apoyando el mandato de las Naciones Unidas y desterrar el colonialismo y las violaciones a las soberanías en cada instancia donde ocurra.
No estamos solos en esta lucha, ya que nuestra permanente prédica nos ha valido el apoyo del mundo civilizado. Además de los reiterados pronunciamientos de la ONU, hoy contamos con el firme respaldo en cumbres regionales y birregionales, que se multiplicó en los últimos años en foros tales como la Cumbre de América del Sur y Países Arabes (ASPA) del 31 de marzo de 2009; la Cumbre de América del Sur y Africa del 27 de septiembre de 2009; la Cumbre de Unasur del 29 de octubre de 2011; la Cumbre Iberoamericana del 29 de octubre de 2011; la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), del 5 de diciembre de 2011, y el Grupo de los 77 más China.
Una mención especial merece el decisivo apoyo de los gobiernos y los pueblos hermanos del Mercosur y Estados asociados que el pasado 20 de diciembre decidieron prohibir el uso de sus puertos a barcos que ostenten la ilegal bandera que Gran Bretaña ha inventado para su colonia.
Las actividades unilaterales británicas comprenden la exploración y explotación de los recursos naturales renovables y no renovables, es decir la apropiación de la riqueza que pertenece al pueblo argentino y cuya utilización es decisión soberana de nuestro país.
Las repúblicas de América latina y el Caribe que se han solidarizado con nuestra posición anticolonial también lo hacen en defensa de sus propios recursos. Todos tenemos la obligación de evitar que la cuestión Malvinas sea la punta de lanza de un avasallamiento de los recursos naturales por parte de las potencias militares.
Hace unos meses, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, me preguntó qué necesitaba la Argentina para reanudar las negociaciones con Gran Bretaña. Le respondí que sólo necesitábamos once horas. El tiempo de vuelo entre Buenos Aires y la sede de la ONU. Le hizo la misma pregunta a Gran Bretaña. Nunca recibió una respuesta.
Fuente: Página/12
1833 - 3 DE ENERO - 2012: 179 años de una política colonial
Por Orlando Gustavo Pascua
Ex Combatiente de Malvinas / Coordinador Nacional Red Compromiso Social por Malvinas
El 3 de Enero de 1833 la corona imperialista británica usurpó nuestras Islas Malvinas y continúa hoy como una clara muestra de un colonialismo vetusto en el siglo XXI.
EL "GAUCHO" RIVERO, PRIMER COMBATIENTE DE MALVINAS
Es justo recordar y reivindicar a aquellos que resistieron la usurpación, al primer defensor Combatiente de Malvinas, Antonio "El Gaucho" Rivero, quien desde agosto de 1833, lideró una rebelión de criollos e indígenas, defendiendo la soberanía argentina y desconociendo la autoridad impuesta de los británicos. Junto a Rivero lo acompañaron dos gauchos y cinco originarios, Juan Bramido, José María Luna, Manuel González, Luciano Flores, Felipe Salazar, Marcos Laboree y Manuel Godoy. Estos patriotas arriaron la bandera británica y enarbolaron una bandera argentina. Siendo derrotados recién en enero de 1834, llevados a Gran Bretaña y regresados luego a nuestro país.
El Gaucho Antonio Rivero muere el 20 de noviembre de 1845 combatiendo en la Vuelta de Obligado, acción patriótica anticolonialista hoy gratamente reconocida y reivindicada.
Es imprescindible continuar reencontrándonos con nuestra historia emancipatoria y libertaria, como así también señalando hechos y actitudes de agresión que hasta hoy perduran. Este año 2012 que estaremos reflexionando, analizando, debatiendo el conflicto bélico de 1982.
MALVINAS 2012 - 30 AÑOS
El acontecimiento del 2 de Abril de 1982 marcó un hito en la historia de nuestro País. Fue un hecho político, social, económico y cultural que involucró a la mayoría de la sociedad argentina y fue un punto de inflexión en nuestra Patria. Recordar no significa reivindicar la dictadura cívico-militar genocida, que con sus ansias de perpetuarse en el gobierno bastardeó una causa tan noble para el pueblo argentino. Los Comandantes nunca tuvieron la voluntad de enfrentar en serio al enemigo, porque mientras jóvenes argentinos ofrendaban su vida por la soberanía nacional, las empresas y la banca británica continuaban en nuestro país haciendo sus pingues negocios comerciales. Recordar es mantener viva la memoria de lo ocurrido en el conflicto bélico y el papel protagónico que tuvieron los Combatientes, que a pesar de los estaqueamientos, torturas, malos tratos, mal alimentados y mal vestidos por parte de sus superiores actuaron con dignidad.
HEROES?, VILLANOS?, VICTIMAS?
Es oportuno a 30 años del conflicto bélico poner en discusión todo lo acontecido. De nada sirve esconder la basura debajo de la alfombra. El debate Malvinas es imprescindible. La mayoría de las veces cuando se hace referencia a los 649 caídos en el conflicto bélico se los define como héroes. Cabe preguntarse si el hecho de haber fallecido en Malvinas borran hechos y actitudes individuales anteriores. Es el caso de represores y torturadores de los centros de detención clandestinos que participaron en la batalla de Malvinas, y el caso de uno de ellos considerado hoy como el máximo héroe con plazas y calles en el país con su nombre. Según relatos de uno de los detenidos en la ex ESMA, (así también de la Base Naval de Mar del Plata y otras denuncias de delitos de lesa humanidad) el día en que el personal militar de ese centro de detención estuvo muy triste y consternado fue el 2 de abril de 1982, porque había muerto "Pablo" en Malvinas ("Pablo" nombre de "guerra" utilizado para los grupos de tareas). Estamos hablando precisamente del capitán Pedro Giachino. Héroe o villano?, es el debate que nos debemos. Así como nos encontramos hoy con varios oficiales que participaron de Malvinas que se encuentran detenidos por delitos de lesa humanidad. Héroes o Víctimas?, es otro de los debates pendientes.
MALVINAS Y SUS MIRADAS
Sin lugar a dudas que todo acontecimiento político, social, económico, cultural, educativo, sanitario, bélico, tiene visiones como protagonistas tuvo dicho suceso. Lo que es indiscutible son los hechos que se desarrollaron durante el evento.
Malvinas y fundamentalmente el conflicto bélico de 1982 contiene todos estos conceptos.
La diversidad de miradas desde lo ideológico, político, religioso, moral, ético, militar, económico, a treinta años son el fiel reflejo de que Malvinas es el debate que nos debemos. Como sociedad, como pueblo, en estos buenos tiempos de debate, de quienes somos realmente, de donde venimos, de reconstruir nuestra identidad, Malvinas es sin lugar a dudas el eje convocante mas importante e imprescindible, no solo en nuestra Patria la Argentina, sino en la Patria Grande Latindoafroamericana.
Por ello es que están aquellos que pretenden mantener el status quo de la historia y situar a la cuestión Malvinas y el conflicto de 1982 dentro de esa misma concepción donde todo está dicho y nada se puede discutir. Durante todos estos años los responsables de la derrota intentaron contar otra historia, condicionaron la democracia con la causa Malvinas, imponiendo las leyes de impunidad, mintiendo a los familiares, nunca practicaron una verdadera autocrítica. Es necesario revisar ese pasado para construir un futuro mejor, sin ánimo de revancha ni de venganza, poner en la cárcel a los responsables de los delitos acaecidos en Malvinas. Así como la recuperación de su identidad de las 144 tumbas NN (de las 237) en el Cementerio de Darwin.
Es imprescindible volcar la mirada hacia esa historia anterior para entender lo sucedido hace treinta años. Esta es una nueva oportunidad.
LA CAUSA MALVINAS
En el contexto actual de reivindicación de la política es de significativa importancia repotenciar la Causa Malvinas, porque ella encierra la concepción integral de Soberanía. Malvinas integra todo; lo político, lo social, lo cultural, lo económico, lo educativo, lo territorial.
Si hablamos de Recursos Naturales, hablamos de Malvinas (hidrocarburos, pesca etc.).
Si hablamos de Desmilitarización, hablamos de Malvinas (base militar británica de Mount Pleasant).
Si hablamos de Pueblos Originarios, hablamos de Malvinas (aproximadamente un 20% de los que participaron y cayeron en Malvinas en el conflicto bélico de 1982 fueron hermanos Qom, Wichis, Pilagas, Guaraníes, Tehuelches y otros).
Si hablamos de Integración Regional Latinoamericana, hablamos de Malvinas (el 82 demostró claramente esa Unidad, y hoy tenemos al Mercosur, la Unasur, etc.).
Si hablamos de Geopolítica, está Malvinas como un lugar estratégico política y militarmente.
Si hablamos de Derechos Humanos, Crímenes de Guerra y Delitos de Lesa Humanidad, hablamos de Malvinas, (así lo demuestran las denuncias presentadas ante la Justicia Federal, en el marco de la Memoria, la Verdad, la Justicia y la Soberanía).
Y si hablamos de Democracia, Malvinas está presente (ella también posibilitó la recuperación de la Constitución y la Leyes).
Malvinizar Malvinas es hablar de integridad territorial, de soberanía social y política, de destino nacional autónomo, de alianzas estratégicas, es hablar sobre las cosas que nos faltan o de las que estamos en proceso de recuperar.
MALVINAS, LATINOAMERICA Y EL CARIBE
La política británica de continuar desconociendo las resoluciones de Naciones Unidas que aconsejan discutir la soberanía de las islas del Atlántico Sur, o llevar adelante la exploración de petróleo de la cuenca de Malvinas, o realizar operaciones militares, muestran a las claras una actitud colonialista acompañada en ese accionar por la Unión Europea, y por lo tanto nos exige una respuesta en conjunto.
La política actual del Gobierno Argentino, articulando alianzas con los países hermanos de la región latinoamericana y de otros países del mundo en función del reclamo y de nuestros derechos soberanos sobre las Islas del Atlántico Sur va en la dirección correcta y sumando apoyos, ejemplo de ello son las Cumbres del Mercosur, la Unasur, la Celac y de otros bloques regionales. Es el camino más largo, pero que con seguridad tendrá el resultado que todos anhelamos.
Y el orgullo de ver el compromiso de los Presidentes de pueblos hermanos no permitiendo el abastecimiento de buques con bandera inglesa que se dirigen a nuestras Malvinas. La solidaridad no es solo en el discurso, se da en la práctica concreta.
MALVINAS NOS CONVOCA
Malvinas nos convoca, una vez más, como Política de Estado, a pensar nuestro pasado, en función de un presente de construcción de recuperar para el futuro nuestra soberanía.
Fuente: El Diario de Carlos Paz
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