viernes, 16 de noviembre de 2012

Los Redondos - Cemento [Con Luca Prodan] (23-05-87)



Unas cintas inéditas registran un momento histórico: una noche de 1987, antes del trágico final, Luca tuvo tiempo de subirse al escenario de Cemento en un show de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Por Matías Roveta de ArteZeta

Viéndolo en perspectiva, 1987 no fue un año más en la vida del rock local. Quienes habían mamado las enseñanzas de los pioneros (tanto locales como extranjeros), en el sentido de unión y militancia que hermanaba a rockeros, pensadores, periodistas e intelectuales bajo la bandera del Rock (como manifestación cultural y no solo como género), mantenían viva la llama. Quizás por esto Los Redondos y Sumo, o más específicamente Los Redondos y Luca Prodán, engendraron una cordial y amistosa relación. Si se quiere, una afinidad de pensamientos o el sentido de pertenencia a un grupo común, con sede en Buenos Aires y La Plata, pero siempre mirando al otro lado del océano.

Lo cierto es que durante aquel año, Redondos y Luca coincidieron arriba de un escenario, el de Cemento, durante un concierto de la banda. Fue un momento breve pero épico cuando Luca apareció desde las sombras para cantar “Criminal Mambo” a dúo con el Indio. No habría sido el primer encuentro, aunque sí el último. A principios de los ´80, en el bar Einstein, el Indio, Skay y la negra Poly habían ido a ver varias actuaciones en vivo del primer Sumo. Justamente, fue ella quien intentó apadrinar la banda de Luca, queriendo llevarlos a La Plata en repetidas ocasiones. Nunca lo logró, pero hubo un claro avance en 1982 a raíz de un show que Los Redondos tenían programado en el Polideportivo de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Ante la negativa de tocar por parte del Indio (“solos y de noche”, reza el lema Solariano en relación a los festivales), Poly contactó a Luca, quien aceptó gustoso el desafío de oficiar por un día de Indio Solari, a quien admiraba como letrista y frontman. Admiración que se materializó luego con “Mejor no hablar (de ciertas cosas)”: una letra manuscrita que Luca encontró sobre un Marshall de Skay en un ensayo de Los Redondos. Ante el impacto que provocó en Prodán, el Indio decidió regalársela (“en esa época todo era gratis…”, diría Solari años más tarde). Luca tomó la letra como ofrenda y, junto a Sumo, le pusieron música. En la edición de Corpiños en la Madrugada (1983), el disco debut de Sumo que incluye la canción, hay una devolución de gentilezas: el Indio figura en los créditos como autor de la letra. 

Con los años, la amistad se consolidaría. Justamente en 1987 esta historia tuvo su desenlace; sería, a la postre, el último encuentro entre Luca y Los Redondos, que los encontraba atravesando distintas realidades. Los Redondos ya habían pegado el salto desde las entrañas del under porteño y, a causa de Oktubre (1986), comenzaban a perfilarse como banda de culto, aunque masiva al mismo tiempo. Luca, en cambio, estaba en la curva descendente como artista, y su vida pendía de un hilo: moriría unos meses más tarde durante ese mismo año. 

La cita se dio el 23 de mayo de 1987. Los Redondos tocaban en el mítico Cemento y, al promediar el show, Luca arremetió desde el público cuando escuchó los acordes de “Criminal Mambo”. Se subió al escenario y cantó pasajes de la canción. Luego de los intermezzos en dialecto italiano del Indio, tal cual está registrado en el disco Gulp! (1985), tuvo su momento Luca con su inglés oscuro y gutural, y alternando frases en español forzado (como “Redonditos”), desencadenó eso que alguna vez el periodista Pablo Schanton definió como “Rockoliche”: un tano cantando en inglés en Argentina. 

Según testigos, el encuentro fue casual y sin artificios. Luca era un asiduo concurrente a los recitales de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y, según cuenta el Indio, “no había en esa época una cosa ordenada, como ahora. Era muy happening, en general, el asunto: Luca estaba ahí, vino al camerino, estuvimos charlando y pintó”. Por su parte, el periodista Alfredo Rosso, eterno amigo de Los Redondos y a quien esa misma noche el Indio dedica “Aquella Solitaria Vaca Cubana”, cuenta que “todos creían que estaba preparado: no way. Luca se mandó en medio de “Criminal Mambo”, no subió en cualquier tema”.

El disco en vivo que documenta este legendario acontecimiento resultó de una grabación pirata que algún visionario, presagiando el valor histórico de estas cintas, decidió hacer durante el show. La calidad del audio es bastante aceptable (de lo mejor en cuanto a recitales inéditos de Los Redondos respecta). La lista de temas alterna clásicos de Gulp!, como la mencionada “Criminal Mambo” o “Roto y mal parado”, junto a otros de Oktubre, como “Divina Tv-Fuhrer”, más canciones que pasarían a formar parte de su nuevo álbum, Un Baión para el Ojo Idiota, que sería editado al año siguiente, como “Masacre en el Puticlub”, “Noticias de Ayer”, “Vamos las Bandas” o “Todo Preso es Político”. Pero el detalle de color, más allá de la repentina aparición de Luca, lo dan una serie de canciones inéditas: el sonido reggaero de “Cuá Cuá Amén” (demostrando la presencia en Los Redondos del guitarrista Tito Fargo, quien algunos años atrás había formado, junto a Luca, la Hurlingham Reggae Band) y de “El Hombre Eléctrico”, con Skay utilizando la técnica de damping en su guitarra. También se destacan interesantísimas conclusiones poéticas/políticas del Indio. A ellas se sumó el ya a esa altura clásico “Un Tal Brigitte Bardot”: un rock and roll con el que Los Redondos solían cerrar sus shows y que, con el tiempo, se transformaría en la canción inédita más conocida entre sus seguidores, quizás por incluir un homenaje a Caryl Chessman, acusado de robo y violación, sentenciado a la cámara de gas en 1960. En estas canciones, el Indio, con una poesía ingeniosa y metáforas profundas, da indicios de su particular estilo y hasta declara principios: con ironía y acidez, entre el cielo y el infierno (o entre Dios y el Diablo), elige a este último, se opone a la pena de muerte y ataca con ferocidad a la globalización tecnológica, que manipula y estandariza la identidad de las personas o, en sus palabras, genera que seamos “unos perdidos eléctricos y sin identidad”. 

Casi a título anecdótico: durante todo el show el Indio dialoga con el público en relación a un chiste interno de la banda, que incluye a un joven Willy Crook: “dicen que el saxo no se escucha…y eso ¿es bueno o es malo?”, pregunta Solari entre tema y tema. Hasta se incluye la canción (también inédita) “Omar Emir”, una zapada instrumental con mucho de Zeppelin en tributo a Omar Emir Chabán, quien administraba Cemento por esos días.

El cierre corre a cargo de la mencionada “Todo Preso Político”, en una versión que se extiende hasta los 10 minutos debido a desperfectos técnicos de la fase eléctrica que alimentaba la guitarra de Skay, y con el Indio a pura improvisación vocal, esperando pacientemente que volviera la corriente. Al final del tema, Solari dice “no volvió”, en relación a la fase, y el tema termina con un cierre abrupto. Pero bien podría haber estado hablando de Luca, quien vería a sus amigos por última vez



Listado de temas:

01. Divina TV Führer
02. Vencedores vencidos
03. Roto y mal parado
04. Aquella solitaria vaca cubana
05. Noticias de ayer
06. Cua Cua Amén
07. Un tal Brigitte Bardot
08. Ella debe estar tan linda
09. El hombre eléctrico
10. Ñam fri frufi fali fru
11. Criminal Mambo (con Luca Prodan)
12. Masacre en el puticlub
13. Vamos las bandas
14. Todo preso es político
15. Instrumental


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