Organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, conjuntamente con el Ministerio de Industria, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social, el Ministerio de Turismo y el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, se desarrollará en la ciudad de Buenos Aires del 11 al 14 de abril de 2013, la segunda edición del MICA Mercado de Industrias Culturales Argentinas en Tecnopolis, Av Gral Paz entre Constituyentes y Ricardo Balbin, Villa Martelli.
El MICA es el primer espacio en la Argentina que concentra en un mismo lugar, las diferentes actividades de las industrias culturales con el objeto de generar negocios, intercambiar información y presentar su producción a los principales referentes de todo el mundo. Los sectores que participan son: artes escénicas, audiovisual, diseño, editorial, música y videojuegos.
Productores y artistas tendrán la posibilidad, durante cuatro días, de encontrarse con las principales empresas de Industrias Culturales de todo el mundo y abrir nuevas oportunidades de negocios.
Cuenta con stands donde están representadas las producciones culturales de todas las provincias del país y la presencia de todo el sector a través de las cámaras empresariales, instituciones nacionales y PYMES.
Un espacio donde productores y artistas podrán encontrarse con los principales referentes y empresas de las industrias culturales del mundo, a través de rondas de negocios, conferencias, seminarios y presentaciones de espectáculos en vivo. El objetivo del evento es fortalecer el marcado interno y posicionar al sector de las Industrias Culturales argentinas en el mercado mundial, dando cuenta de su calidad y sus precios competitivos.
En todo el territorio nacional se emplazan alrededor de 2800 salas de
exhibición teatral. La mayoría de ellas se caracteriza por su gran
versatilidad, ya que incluyen desde pequeños escenarios en bares y casas
particulares, restaurantes u hoteles, hasta teatros líricos de
envergadura internacional como el Cervantes, el Colón o el Argentino de
la Plata. No obstante, el denominador común de esos espacios es que
todos se constituyen como una clara expresión del interés del espectador
argentino por las artes escénicas, así como de la abundancia de actores
y dramaturgos que desarrollan su actividad a lo largo y ancho del país.
A grandes rasgos, las salas teatrales pueden dividirse en cuatro grupos:
• las que son de gestión estatal, es decir, los teatros municipales, provinciales o nacionales.
• los teatros comerciales.
• los teatros independientes.
• las salas de exhibición teatral (no estrictamente teatros), situadas
en espacios que ofrecen otro tipo de actividades (centros culturales,
museos, bares).
Por otro lado, desde 1997 ‒año de su creación‒, el Instituto Nacional
del Teatro es el organismo rector de la promoción y apoyo de la
actividad teatral en toda la Argentina. Actualmente, el INT registra
alrededor de 300 salas solo en la región metropolitana.
Las salas comerciales, agrupadas en la Asociación Argentina de
Empresarios Teatrales, muestran una importante actividad artística en
los últimos años, rondando los tres millones y medio de espectadores y
los ocho mil espectáculos anuales.
El sector audiovisual está compuesto por tres grandes grupos de
actividad: el cine, la televisión y la publicidad. Si bien cada uno de
ellos presenta características específicas, en los últimos años, los
tres experimentaron ciclos de crecimiento y dinamismo. Esto ha
configurado a nuestro país como una plaza fundamental de esas
actividades a nivel regional e internacional y para ellas mismas.
En relación con el cine, se observa un importante crecimiento de la
recaudación por venta de entradas. En cuanto a las películas más
taquilleras, se destaca en primer lugar El secreto de sus ojos, de
origen nacional ‒más de 2,3 millones de entradas vendidas‒, seguida por
películas para niños y de acción.
Respecto de la publicidad, dos datos resultan de interés: en primer
lugar, el sistemático crecimiento de la pauta publicitaria entre 2003 y
2009, que evidencia el aumento en el volumen de negocios de esta
actividad; y en segundo lugar, la Ciudad de Buenos Aires se ha
constituido en un sitio requerido como locación de cortometrajes
publicitarios por productores locales y extranjeros.
Por último, con respecto a la televisión, el aumento sistemático y
sostenido de los abonos, tanto de cable como de televisión satelital,
ubica a la Argentina en el cuarto lugar en el mundo en relación con la
penetración de cable.
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) registra
983 pantallas, en 432 cines en todo el país. Tras la promulgación de la
Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, recibieron frecuencias más
de cuarenta universidades públicas en todo el país, cooperativas de
distinta naturaleza, sindicatos y cinco comunidades originarias.
En los últimos años, se ha dado una cadena de circunstancias que
confirió mayor visibilidad al sector del diseño, en especial en Buenos
Aires: el gran crecimiento de los corredores comerciales
‒particularmente Recoleta, Palermo y San Telmo‒, el aumento de la
matrícula universitaria ‒ya sea en el diseño gráfico, de indumentaria
como industrial‒, la proliferación de nuevas ofertas educativas y la
distinción que la UNESCO otorgó a esta Ciudad nombrándola la primera
Ciudad del Diseño. Todos estos factores explican que, actualmente, el
diseño es una actividad sumamente reconocida por la cantidad y calidad
de profesionales del sector, la variedad y originalidad de los bienes y
servicios que se producen y el importante desarrollo económico que viene
registrándose en la última década.
En particular, las exportaciones de bienes con alto contenido de
diseño, si bien aún no representan una proporción significativa del
mercado global, expresan un aporte importante y creciente en el comercio
exterior argentino. Según datos de fundación ExportAR, estos bienes
ingresaron divisas al país en 2007 por alrededor de US$700 millones, y
registran un aumento de, aproximadamente, el 40 % respecto del año
precedente. Los principales productos del rubro exportados en 2007
fueron muebles (US$115 millones), manufacturas de cuero (US$108
millones), indumentaria y accesorios de vestir (US$93 millones),
calzado, juguetes y objetos de arte y colección, entre otros. Por otro
lado, son 5700 los diseñadores que participan del programa ProDiseño.
“La diseñadora salteña Solana Catalán, desde que comenzó a viajar
como compradora a otras regiones, terminó vinculando a productores de
todas las provincias entre sí. Puso en contacto, por ejemplo, a las
tejedoras de chaguar de Formosa con los pateros de Salta que le sumaron
diseño a los cierres de los collares, subiendo sustancialmente el valor
agregado de los productos”, contó Paola Pavanello, coordinadora del
sector de diseño para el MICA.
El sector editorial tiene en la Argentina una extensa y rica
trayectoria que se remonta hasta el siglo XIX. Esto ha dado lugar a una
industria, cuya fortaleza, diversidad y heterogeneidad se distinguen en
relación con otros países de la región.
Esas características sirven para explicar la fuerte recuperación
atravesada por la producción editorial con posterioridad a la crisis de
2001-2002, ya que tanto la edición de ejemplares como la de títulos
crecieron de manera significativa a lo largo de cinco años consecutivos,
observándose un leve decrecimiento en 2009.
En el país, hay 550 sellos editoriales activos y 2200 librerías en todo el territorio.
El auge editorial alcanza carácter de “fenómeno” en el campo de las
revistas culturales. Tanto el registro de la Secretaría de Cultura de
Nación, como el de la Asociación de Revistas Culturales Independientes
de Argentina (AReCIA) contienen datos de más de 250 publicaciones en
toda la Argentina. Entre ellas, hay revistas de cine, historia, política
y filosofía, diseño, arte, música, literatura, género, cultura y
sociedad.
Títulos y formatos que responden a esquemas diversos de negocios.
Revistas que se imprimen o se editan en soporte digital. Que se
comercializan en quioscos, librerías, puntos de venta y por suscripción.
Una de las novedades de este año, fue la inauguración del primer
quiosco callejero dedicado, exclusivamente, a revistas culturales. Está
emplazado en la esquina de Corrientes y Agüero, en el barrio del Abasto,
de la Ciudad de Buenos Aires.
“Durante el MICA 2011, un librero me hizo un comentario que me quedó
grabado: ‘Desde hace más de cinco años que vengo a la Feria del Libro de
Buenos Aires y jamás logré generar tantos contactos con editoriales
cómo en estos cuatro días’”, contó Nicolás Sticotti, coordinador del
Sector Editorial del MICA. “Me parece que ahí se expresa la lógica del
MICA: generar un espacio más democrático para el intercambio entre los
productores culturales, donde haya más oportunidades para conocerse y
tejer redes. En cambio, las grandes ferias están saturadas por lo que el
mercado impone, dándole muy poco lugar a las producciones
independientes. El MICA se propone intervenir en esa dinámica,
garantizando la participación igualitaria de todas las empresas que se
inscriben”, agregó.
En la Argentina, existen 120 sellos que se dedican a la producción
musical. Cuatro de ellos son grandes empresas trasnacionales (majors);
mientras que el resto del mercado, por grupos independientes (indies).
Estos son de tamaño mediano o chico, trabajan con presupuestos más
reducidos y tienen menos acceso a los canales de promoción tradicional:
espacio radial y televisivo.
La fortaleza de las indies está dada por la cercanía que generan con
el artista y la habilidad de reconocer nuevos talentos, lo que les ayuda
a desarrollar nichos de mercado a los que no acceden las grandes
compañías.
A pesar de la transformación que el modelo de negocios de la
industria musical está experimentando por incidencia directa de la
plataforma digital, en la Argentina, la facturación y venta de
fonogramas muestra una tendencia en alza, durante los últimos años.
Actualmente, el 96 % de la venta de música digital se realiza a
través de los teléfonos celulares. En 2010, las ventas digitales
representaron el 12 % del mercado musical.
En los últimos años, la industria del videojuego creció exponencialmente debido a la aparición de nuevas plataformas de distribución (smartphones, redes sociales y otros sistemas de distribución digital) que provocaron que los juegos digitales pasaran a ser un producto de consumo masivo. Desde entonces, las barreras tecnológicas de entrada a los grandes jugadores bajaron y es justamente la alta demanda de este tipo de juegos “casuales” la está sosteniendo a los estudios locales.
Es una industria con una flexibilidad muy grande para armar tanto el modelo de negocios (por ejemplo, retail, descargas pagas, freemium, publicidad) como las estrategias comerciales (productos propios, outsourcing y advergaming). Esto abre muchas oportunidades para esta industria creativa en Argentina.
Diferencial de las empresas argentinas: capacidad para generar videojuegos propios
En la Argentina, la industria del videojuego nació hace apenas una década. No obstante, en ese período, se consolidó como uno de los sectores más dinámico y de más acelerado crecimiento, dentro de las industrias culturales. Así lo evidencian: la elevada tasa de incremento del empleo en esa industria – 156% entre 2009 y 2010 – y el decisivo mejoramiento de los ingresos anuales del sector, que asciende al 342% en el mismo período.
Actualmente, 70 empresas desarrollan videojuegos en la Argentina. Producen un total de 85 millones de dólares anuales en volumen de facturación, y generan más de 2 mil empleos directos a profesionales altamente calificados, entre diseñadores, artistas e ilustradores 2D y 3D, programadores, ingenieros, guionistas, testers y músicos.
Entre las empresas radicadas en nuestro país, hay firmas extranjeras pertenecientes a grupos económicos, pero también desarrolladoras pequeñas de capital nacional. Más allá de estas diferencias en la configuración financiera, la mayoría de ellas se dedica, exclusivamente, al desarrollo de videojuegos y mantiene un perfil fuertemente exportador.
En concreto, el 95% de la producción nacional se destina al mercado externo, mientras que el 80% de las empresas locales tienen clientes en los Estados Unidos, Europa y Asia.
Los videojuegos creados en nuestro país se venden a editores por hasta 500 mil dólares cada uno.
Los programadores y diseñadores gráficos argentinos son reconocidos en todo el mundo como algunos de los mejores del sector. En tanto la industria local de videojuegos pasó de ser considerada “software Factory” (favorecida por el tipo de cambio desde 2002 a 2007) a ser considerada por su probada experiencia en el logro de productos terminados.
Obstáculos a superar para lograr un mayor crecimiento:
- Incorporación de nuevos recursos humanos mejor capacitados
- Competencia internacional de nuevos países
- Piratería
- El mercado interno
- Falta de vías de financiamiento
Desde el año 2000 existe la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de la Argentina (ADVA), entidad sin fines de lucra que nuclea a empresas e individuos dedicados a la creación de videojuegos, cuyo objetivo es promover y fomentar el desarrollo de esa actividad en el ámbito local a través de diversas iniciativas.
Una de ellas, es la organización de la Exposición Anual de Videojuegos (EVA). EVA es un espacio de encuentro, diálogo y capacitación. Se trata del evento más importante de la industria argentina de videojuegos que, año tras año, crece en público, invitados y sponsors.
Videojuegos en el MICA
“Para mí, el MICA es una cuna de anécdotas —se entusiasma Alejandro Iparraguirre, responsable del Espacio VJ— y la que más recuerdo del 2011 es cuando un padre se acercó a preguntarme cómo hacía para que su hijo deje de jugar los videojuegos expuestos en el showroom. Le contesté: “¿Por qué no juega con él?”. Después de varios intentos, padre e hijo se sumergieron en un campeonato que terminó mucho después de la hora de cierre. Ese padre es un editor que hoy en día se encuentra en contacto con desarrolladores de videojuegos para cruzar sus libros infantiles y generar libros lúdicos digitales”.
PROGRAMACIÓN 2013 (click para agrandar)
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¿Cómo llegar?
El MICA en Tecnópolis: cómo llegar
La puerta de acceso al MICA está situada en Juan B. La Salle 4365,
sobre avenida General Paz, entre Balbín y Constituyentes (por
colectora), en el barrio de Villa Martelli (Partido de Vicente López).COLECTIVO
Las líneas de transporte público colectivo que te acercan hasta avenida General Paz y Constituyentes o avenida General Paz y Balbín, son:
28, 41, 67, 93, 111, 112, 117, 127, 140, 142, 175 y 176.
TREN
Desde la terminal ferroviaria de Retiro, te arriman tres líneas de tren:
FF.CC. Mitre (ramal Mitre) / Estación Juan B. Justo
FF.CC. Belgrano / Estación Padilla
FF.CC. Mitre (ramal José León Suárez) / Estación Miguelete
TRANSPORTE GRATUITO
Entre las 11 y las 19 horas, cada media hora, habrá micros gratuitos para trasladarte a Tecnópolis. La parada es en Plaza Italia.
PLANO DE UBICACION TECNOPOLIS
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